miércoles, 2 de septiembre de 2009

...


La extraña fascinacion sin nombre me devora las entrañas.
Huyo de los que miran y no observan nada.
Mi alma prisionera de la honda nostalgia..
Combate los recuerdos no recordados,
de mundos arcaicos.. de tiempos olvidados.
Y aunque mis manos sigan vírgenes como en la niñez,
dejan ver las cicatrices que delatan mis angustias.
El anhelo de lo que no se olvida me corroe lentamente,
la voz tajante de quien fui cuestiona lo que soy.
Alguien me empuja desde adentro cuando miro la Luna..
Quiero huir. Quiero, pero no lo hago.
Quiero tambien aniquilar la insoportable monotonía del reloj,
el curso del tiempo solo atrae en mí, fiebre y destrucción.
Es que.. temo que todo se pierda.
Y que nada de lo perdido pueda olvidarse.
...Que nada pueda olvidarse.

1 comentario:

Boda En El Laberinto dijo...

Recuerdos de vidas que no he vivido son los que me abruman. Saberme de un fin distinto, de una esfera lejana es lo que me asusta. Jamás creí que otro ser tan trágico pudiera sentir algo como lo que cuentas.. algo que siento tan mío que ni yo mismo soy capaz de confesarme...

Bravo de nuevo, joven Hermana