martes, 25 de agosto de 2009

El retorno del insecto


Vuelves a mi, llanto seco. Como la navaja que nunca pierde su eficiente filo. Esta noche me dominas, sádico y soberbio, mientras me resigno a no luchar. Cuál es el encanto de lo que parece llenar los vacíos? Si vienes tu, imponente destructor, y te lo llevas todo... Persigo el exorcismo que me libere de tu peso, pero no hay conjuro para desprenderte de mi. Cuánto más habré de destripar mis adentros para ver si te encuentro? para ver si de un tirón te saco de mi? Te busco, inmortal insecto, ánima desconocida, rival perverso. No hay lugar donde quedarse, ni lugar a donde ir. Te escondes en la lágrima que no puedo soltar, en el abrazo que espero y que no habrá de llegar. Te escondes donde mis dedos no pueden alcanzarte, allí donde ninguna voz a podido resonar. Y huyes cuando al fin consigo enfrentarte, desapareces con cobardía sin dejarme luchar. Hasta que me encuentres débil, hasta que me encuentres esperanzada.. Hasta que una sonrisa se haga presente en mi cara endurecida. Y entonces renaces, como fénix maldito, para estrujarme y hacerme vibrar las entrañas. Quizás abra más mi pecho y saque mis infectos intestinos. Quizás también el alma. Y aún así seguirás ahí... como si nada.

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