lunes, 13 de julio de 2009

Admiracion por el abismo...


Como respondo a esta intrusa melancolía?
Ya no tengo poder sobre esto.
No corro frente al temor. Lo miro a los ojos. Te miro.
El objeto mismo de mi repugnancia...
Hoy puede pararse frente a mi, y someterme a la admiración.
Te admiro.
Atrás quedó el insecto que hoy es mariposa.
Y mi espada salvadora es inútil ante tu belleza.
Te admiro, inmóvil.
Como al árbol que se balancea sobre mi.
Como a la flor que me prodiga suspiros.
Como al río y sus furiosas corrientes...
Te admiro.
Porque todo lo absorves sin responder.
Por la tortura de tu misterio.
Por el filo de tus palabras.
Por tu magnífica y basta negrura...
Te camuflas entre las sombras,
te escapas de mis manos ávidas,
dejas semillas con aromas y colores
para seguirte el rastro, como mendiga de tus secretos.
Te vi y temí al abismo que habia entre nosotros.
Pero es ahora cuando mis ojos ven la verdad!
Eras el abismo.
Y te admiro como tal.
Eres el abismo y la Noche te nombra!
Eres el abismo.. al cual me he lanzado.

1 comentario:

Mar dijo...

Gracias, caminante. Es reconfortante sentir el calor de otra alma, saber que te siguen, a veces, en la noche...

Bellas y sangrantes palabras tienes aquí. Ahora que te he seguido el rastro, comenzaré a devorar algunas noches algunas de esas palabras. No tiene remedio.

Cuidado con la belleza, dama. Más de una vez, creo, moriríamos por ella. O nos dejaríamos morir.

Sigue persiguiendo abismos. Pues, si no... ¿qué nos queda?

Un saludo con sabor a niebla tibia