viernes, 26 de junio de 2009

Corazon devorado..

Afuera caos. Adentro caos. Hoy solo las letras pueden cantar. Todos persiguen y son perseguidos. Yo me persigo, y es de mi misma de quien quiero escapar.
Quiero lo que no debo. Siempre espero. Hoy, este cuerpo inerte, mañana la muerte inevitable y justa. Solo las palabras viven sin morir. Ayer viví en ellas, hoy vivo en ellas, y mañana ya bajo la tierra, lo haré también. La fealdad que corrompe la belleza es el caníbal que se está deborando nuestros corazones. Y las manos que trepan por mis intestinos son cada vez mas filosas y rápidas. Pronto llegarán a mi propio corazón, lo triturarán para beberlo.
Mi mente ya lo sabe, mi alma no quiere saberlo. Mi corazón ya se ha ido, saltará al abismo. Y es que prefiere la eterna caída entre las tinieblas a desmembrarse en las manos de este mundo caníbal.

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