viernes, 1 de enero de 2010

Altar para mi sombra

Hablé a las sombras inertes cuando era libre del tiempo, hablé sin esperanza de que me oyeran suplicar. De pronto los juegos infantiles se alzaron entre las cruces. Más allá de la muerte, algo se renueva y nace.. algo se mueve, algo me nutre. La inocencia perdida se recuerda a si misma, allí, en el mismo lugar en donde no había más que sombras, sombras y árboles, árboles que reemplazaron lo irreemplazable. La tibia compañía es real. Hoy una sombra tiene voz y me habla, y todo lo sabe sin que tenga que hablar. Yo no tuve sueños, yo tuve certezas. Las lejanas sombras ya no se ocultarán. No eran sueños mis sueños, eran brumosas certezas, eran sombras que saben de la triste verdad. El árbol donde se posaba quien fui me esperaba impávido, indolente, con el recuerdo vivo de lo que quise alcanzar, y fue testigo del reencuentro con el rostro sombrío , eterno fugitivo que no se deja palpar. La sombra soy yo, en otra forma, en otro cuerpo, soy yo que me escucho y me sigo al caminar. Soy yo, pero también es él, mi extraño alter ego, y entre mis penas mas profundas yo le construyo un altar. Un altar por su silencio, por su tibia languidéz, por su rostro secreto y su impasible mirar. Un altar por los tiempos que compartimos y no recordamos, porque oculto en las sombras él siempre está.

5 comentarios:

Unknown dijo...

némesis.

ese barra a punto dijo...

Uhm... Hace siglos (o más bien el año pasado) dejaste un comentario en mi blog, y la desidia me impidió devolvértelo.

Me arrepiento de no haber pasado antes, me encantó lo que leí.


Un beso. :)
Cuídate.




ESE.

†Нαяdсoяэ♥Gסŧhiс† dijo...

somos sombras inertes y a la vez con tanta vida
somos carne que se nutre de recuerdos y a la vez polvo que se cola y escapa entre las copas de los arboles de un bosque semi abandonado....

Florencia Madeo Facente dijo...

Sus textos son, a mi modo de ver, cada vez más maduros y románticos. Este en especial me gustó.
Hace tiempo que no me pasaba...Espero que ande bien, señorita.

Boda En El Laberinto dijo...

Alzo mi copa y brindo por la celebración de lo que somos y escondemos o no escondemos dentro de nuestros ánimos. Y construyamos altares, si. Construyamos para que nuestra devoción eleve nuestras certezas a Divinidad.

Mi reverencia.