viernes, 19 de junio de 2009

Corazones poetas


Perdona a este corazón aturdido, si una vez se abalanza ciegamente sobre tus secretos. Yo no respondo de mi espíritu poseido cuando se halla sometido a esas pasiones infantiles.
Sé que tus ojos, opacos y traidores, esconden un destello al silencio condenado. Sé también que no has caído aún como yo en los océanos de la Locura, a los que hace tiempo
yo misma me he entregado. Y sé que ves los horizontes con mas razón y cordura de la que mi conciencia conoce.
Y aún asi, te suplico! Perdona a este corazón aturdido! Que espera y desespera por mil sueños vanos. Permítele la ilusión del ignorante, que ya he sido azotada antes por los saberes de los sabios.
Permítele el poder compartir los dones, las ansias insaciables. Obséquiale el duro desafío de ahondar en tus aguas y descifrarte. La Noche es quien consuela el alma del poeta, porque su alma se nutre de sueños y no de realidades.

No hay comentarios: