lunes, 30 de marzo de 2009

Ansia


Hace tiempo, mucho tiempo atras.. que descubrí ser hija de la Noche. Hace ya mucho tiempo que llevo en mis venas la cicatriz de mi nacimiento, este estigma invisible, este enorme y oscuro secreto. El secreto de la voz del silencio, del canto del viento, de la caricia del rocio, de la inexistencia del tiempo. Y es que en este mundo, el mio, no son los ojos los que ven.. No.
Observo... admiro las maravillas, escucho esas voces lejanas que no siempre comprendo, pero un impulso me obliga a seguir ese mudo, agonizante y perpetuo llamado. Y me siento en la cima.. en la cima mas alta a la que me es posible llegar, para ver el horizonte nocturno, para ver la Noche, para soñar. Y respiro.. respiro porque me es indispensable respirar, pero mas lo hago porque me es dulce.. Pero no es oxígeno lo que llena mis pulmones, no son mis pulmones los que se ensanchan cuando respiro, no. Es la Noche.. es la Noche que esta alimentando mi alma, y mi alma.. es insaciable.

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