sábado, 4 de julio de 2009

Estos ocres otoñales...



Estos ocres otoñales me suavizan la vida.
Entre estas hojas secas que descansan bajo mis pies,
entre los árboles que se alzan junto a mi,
entre esta brisa que me despeina,
y la calma que me invade...
Casi creo sentirme en casa.
Ser incomprendida no tiene importancia.
La Luna comprende. Eso solo basta.
Sería mas felíz si acaso todos se callaran?
Debo esforzarme para escuchar la voz de la Noche,
escarbo, buscándola, bajo este caos.
Cuando camino a destiempo del mundo
la Soledad se vuelve magnífica.
Y sé que mientras permanezco aqui sentada,
Inmóvil ante las ajenas miradas,
mi Alma goza de mas libertad y deleite
que aquellas que a mi alrededor cantan y bailan.

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