No le temo la inexistencia de lo bello. Lo bello existe, lo siento rozarme los sentidos... Lo sé. A lo que temo es a tocar la belleza luego de creer en ella con cada centímetro de mi ser y descubrir entonces el desastre.. Descubrirla falsa, pérfida, simulada, engañosa, quimérica, apócrifa, ilusoria... tan fea como estas mismas palabras que describen la fealdad.
Temo descubrir que solo fue mi deseo profundo y caprichoso lo que relleno la belleza con virtudes ficticias.. y que en realidad siempre haya sido vacía. Aquella idea me atormenta.
viernes, 10 de julio de 2009
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