martes, 9 de junio de 2009

Encuentro con Némesis



Hace tiempo me encerré en la jaula para no dejarte entrar, para no dejarlos tampoco a ellos. Callada en la Noche, sé que me observaba desde adentro y no veia todo lo que debia ver. A veces mi propia mirada encandilaba el espacio. Y era mi mano la que tapaba la luz. La ceguera autoinvocada, me llevo por caminos errantes y escabrosos, donde me perseguia y no me encontraba, y casi, casi no regreso, si no fuera por ese sentimiento negro y puro en mi corazon.
Buscando a mi enemigo en el musgo vi el reflejo de mi verdadero némesis. Era yo... y solo Yo.
Pero una Noche, fue La Noche. En que doblé los barrotes con la pura fuerza de mis manos cansadas, donde todo el valor se engendro en la cobardía, donde mi ego se alimento de la humildad jamas vista en mi hasta ahora. Me rendí, y por rendirme gané. A mi misma, a mi autentico Némesis, a mi interno castigador. Y entonces, al caer la venda, vi que la luz de la Luna llega a lugares inesperados, aparentemente inhóspitos, increíbles... Bajé mis armas, y abri los ojos, esos que son invisibles, quedé en silencio ante el espectáculo de mis propias absurdas y múltiples personalidades. Mutilé un poco más a ese Dios que creó mi inconciencia, y así avancé un escalón mas hacia adentro, hacia adentro de mi. Crei estar enjaulando a los demas, estando yo dentro de la jaula. Y las visiones despejaron su neblina, y fue tan claro... Todo fue tan claro, que Ya no Odio. Ya no.

No hay comentarios: