martes, 26 de mayo de 2009

La desconocida


Quizas... Usted y yo podríamos ser grandes amigas. No lo sé. Pero si lo fuéramos, yo no pediría nada mas.
Y digo grandes amigas, en todo el sentido de la expresión. Y sin dudas, tiene un enorme sentido para mi. Seríamos como hermanas por elección. Siempre quise caminar junto al río con usted, disfrutando del aroma del agua, de los espacios verdes, del cielo... Tambien he soñado con reirme.. reirme sinceramente por primera vez con usted, reirnos de las mismas cosas. Esas cosas extrañas de las que solo nos percatamos nosotras, con nuestra extraña mirada. Yo guardaría en mis manos todas sus penas, sabiendo que usted cuidará de las mias tambien. Y seria un placer que compartamos silencios, me sentiria plena al hacerlo. Y los abrazos, serian mas que deseados, serian inevitablemente necesitados entre nosotras, y calmarian casi todo. Tampoco necesitaríamos explicaciones, porque una mirada bastaria para comprendernos. Unas pocas palabras, una leve sonrisa y todo estaria bien. Intercambiaríamos libros, canciones e imágenes de todo tipo, porque estariamos seguras de ser comprendidas, mas allá de todo.
Las pequeñas cosas se harian mas espléndidas al compartirlas, y por momentos volveríamos a nuestra niñez, juntas. Nuestros momentos estarian llenos de miradas pícaras y cómplices, siempre buscariamos cosas nuevas que experimentar, serias mi compañera de aventuras. Adorariamos la Noche, ahora juntas. Escucharíamos a las criaturas... Y entenderiamos cada secreto. Pero esto es un sueño... Aún es un sueño. Porque para que deje de serlo, deberíamos conocernos. No?

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