viernes, 20 de marzo de 2009



Me temo que he caido en manos de la ira. Me he rendido por propia decision a desear la destruccion de todo lo que veo. Y es que no parece haber ya nada existente, que meresca existir. Y mis ojos dejaron caer la venda, y mis dedos se agitan y se presionan fuertemente entre si, como queriendo contener una energia incontenible, aminorar un golpe inevitable, que seguramente se escapará al final.
Y camino cada vez mas de prisa, queriendo alejarme de la gran bestia enmascarada que me persigue, y de todos los enmascarados que en ella habitan. Camino, corro, desaparesco, muy rápido para quienes no saben seguir mi paso.
No quiero cerca mio a ninguna de aquellas aberrantes mascaras, aquellos cuerpos inertes, aquellas mentes malgastadas. Es necesario colapsar, ...destruir...derrocar ...derribar. Es necesario despertar.
Lejos, en los mares rojos de mi misma, escondere los dulces tesoros que siempre adornaron mi alma. Los preservaré de esta ira que hoy me consume, y quizas... algun dia, mucho despues de que el gran golpe haya sido dado, me sentare tranquila en la cima mas alta.. respirare profundamente, aflojare mis manos, bajaré mis armas, cerraré nuevamente los ojos, y volvere a soñar. Hoy.. Ahora.. Es necesario congelarse... llegar hasta el final.

1 comentario:

Isidro R. Ayestarán dijo...

No sé por qué, querida amiga, pero nuestros respectivos últimos post vienen introducidos por un sentimiento de rabia e ira...
Creo que ya iba siendo hora de que se cayeran las vendas y viéramos con claridad.
Eso sí... Tal y como dices hacia el final... Cerraremos los ojos y volveremos a soñar.

Mil besazos
ISIDRO